En el entorno rural gallego, disperso y discontinuo, el Centro de Servicios se concibe como una dotación más para su población, tanto por su singularidad arquitectónica como por el tratamiento del lugar y la puesta en valor de la naturaleza. El edificio se establece con la vocación de convertirse en un nuevo espacio de encuentro en un entorno natural privilegiado.
A la vez, el proyecto se inscribe en la línea de experimentación e I+D+I de una empresa que cuenta con 17 estaciones de servicio y que, ante la incertidumbre sobre el futuro en torno al modelo de negocio basado en la venta de combustibles fósiles, busca un nuevo enfoque y crear nuevas experiencias al usuario.
Así, se concibe como un espacio generador de lugares de oportunidad. Un edificio flexible y de gran versatilidad, en continua transformación y capaz de asumir las cambiantes necesidades que se le plantean, permeable y en contacto con la naturaleza, que busca establecer una imagen corporativa propia y sostenible.
Atendiendo a los condicionantes topográficos de la parcela, la intervención genera dos niveles diferenciados mediante muros de escollera de grandes bloques de granito. El nivel superior, a cota con la calle de acceso, aloja los servicios propiamente dichos: la explanada y plaza de acceso, la amplia zona de aparcamiento, el supermercado – con vistas sobre la ladera descendente de profuso arbolado- y la cafetería – cuya terraza vuela sobre el límite construido y se abre al paisaje. Por su parte, el nivel inferior sigue la pendiente propia del terreno y alojará el espacio de juego y esparcimiento entre el bosque y vegetación existente.
Se trata de un proyecto integrado en el entorno, de una única planta, construido mediante un sistema flexible de cajas de madera y un plano que cubre el espacio público diáfano y abierto al paisaje. Es en este espacio central, donde se ubican el supermercado y la cafetería, mientras que en los volúmenes opacos y perimetrales de madera se alternan los espacios servidores de aseos, almacenes, oficio, obrador, o instalaciones.
La concepción estructural y constructiva del edificio es de gran coherencia interna: los cuatro volúmenes de estructura de entramado ligero de madera, sustentan la cubierta central, realizada a base de perfiles metálicos en dos planos (a modo de cubrición estérea, con apoyos perimetrales). El espacio central, con una luz de 9,60 m, queda totalmente abierto y sin soportes intermedios, convirtiéndose en un espacio de gran versatilidad y polivalencia.
El objetivo del proyecto no era sólo diseñar un edificio, sino establecer un SISTEMA INNOVADOR, que permitiese desde pequeñas ampliaciones mínimas en edificaciones existentes hasta la configuración de un centro de servicios. Un sistema basado en la dualidad tanto constructiva como programática, y en la optimización de las superficies útiles, frente a los sistemas de construcción tradicionales que utilizan mayores espesores y residuos.
Por otro lado, el planteamiento del Centro de Servicios ha buscado generar espacios de gran calidad y confort tanto para los usuarios como para sus empleados, con la introducción de las premisas del diseño biofílico (un concepto relativamente novedoso que profundiza en la relación entre el uso de materiales naturales en el diseño y la arquitectura con beneficios en la salud, bienestar y confort de las personas). En este caso, la utilización de materiales naturales como la madera, y la transparencia y apertura del edificio, en contacto directo con la Naturaleza, son recursos que ahondan indudablemente en este ámbito.